Por liderazgo
se entiende la capacidad que posee una persona para ejercer influencia en
otros, dirigirlos y conducirlos de manera que se consigan objetivos y metas
tanto de la organización como personales.
Algunas teorías intentan explicar el
liderazgo de la dirección empresarial tratando de identificar los rasgos
personales asociados a los líderes de más éxito, mientras que otras se basan en
los estilos de dirección o liderazgo.
Según White y Lippit, podemos distinguir tres
estilos de dirección:
- Autocrático. Se caracteriza por la concentración del poder
de decisión; principalmente, comunicación descendente; definición estricta de
tareas y procedimientos; y en la obediencia mecánica de los subordinados.
- Democrático. Se caracteriza por el fomento de la toma de
decisiones en los distintos niveles de la empresa; la comunicación interna es
tanto descendente como ascendente; la dirección escucha al empleado, que puede
asumir una mayor responsabilidad en las tareas.
- Liberal (laissez-faire)
(“dejar
hacer”). Se caracteriza por una gran libertad, el director se limita a
facilitar información y apenas participa ni controla los resultados obtenidos
por los subordinados. Esta situación puede dar lugar a una insuficiente
coordinación y comunicación, menores que en otros estilos.